lunes, 18 de marzo de 2013

DONDE NACE EL LIDERAZGO


Por: Alberto Romo Aragón

El liderazgo se podría definir básicamente como la capacidad de influir positiva o negativamente en otros seres humanos para el logro de una finalidad cualquiera que sea.

El liderazgo es entonces la capacidad de influir mediante la persuasión a otras personas para que realicen o dejen de realizar las cosas que el líder quiera. Para ser líder primero tenemos que ser líder de nuestra propia vida. Los líderes prosperan al entender quiénes son y que valoran, al darse cuenta de sus puntos de debilidad y al adquirir el hábito de continua reflexión y aprendizaje sobre sí mismos. Resultaría absurdo que un líder quiera liderar a otros e inspirar a otros si el mismo no es dueño de sí mismo, si no está a cargo y se ha hecho responsable de su propia vida, si no es capaz de manejar y dirigir adecuadamente sus emociones y sino tiene su propia definición de proyecto de vida. Solo las personas que han puntualizado sus debilidades pueden superarlas.

¿Cómo una persona logra conocerse a sí mismo?  El conocerse a uno mismo es un punto esencial para lograr el equilibrio psicológico y una correcta maduración de la personalidad. Si conocemos nuestras aptitudes, podemos desarrollarlas; si conocemos nuestras limitaciones y defectos, ya hemos dado un primer paso para superarlas, para comprendernos mejor y evitar objetivos que no seremos capaces de lograr, evitando así posibles frustraciones.

El mejor conocimiento de uno mismo es fundamental para perfilar un proyecto personal de vida realista, para aceptarnos tal y como somos, dentro de un espíritu de superación y de coherencia interna, que favorece la constancia y la continuidad biográfica, traduciéndose en un sentirnos a gusto con nosotros mismos, punto clave para lograr una buena adaptación dentro de nuestro entorno y unas relaciones interpersonales sólidas, creativas y satisfactorias en todos los sentidos.

El liderazgo, entonces, se desarrolla de adentro hacia fuera, desde las cualidades del carácter de las personas. El ejercicio de liderazgo no viene a través de la adopción de recetas fáciles y rápidas, ni formulas prefabricadas. No por realizar algún taller o curso de liderazgo, ya somos unos líderes eficaces. El desarrollo del liderazgo constituye un proceso de crecimiento, cultivo y expresión de la vida interior. El liderazgo debe de nacer desde dentro,  al determinar quién soy y que hago en esta vida.

Maestría en Liderazgo Desarrollador
Instituto de Ciencias y Educación Superior
Comisión Federal de Electricidad